EXPOSICIONES ANTERIORES

NOVIEMBRE — DICIEMBRE

Tierra Caliente.

Taumaturga de la imagen, alquimista de la mirada, Lucero González sugiere historias y certezas, pasiones y temores en cada una de sus fotografías, haciendo de ese punto liminar entre lo retratado y aquello que llamamos “realidad”, un espacio mágico de reconocimiento y a la vez de sorpresa. Como si lo que nos muestra despertara nuestra memoria más antigua; una memoria ancestral cuya existencia habíamos olvidado y que, como a sus personajes, nos vincula a la naturaleza, a quienes nos rodean y, sin duda, a nosotras mismas, a nosotros mismos. Su lente privilegiada pone en escena los elementos esenciales: la naturaleza, la vida, los cuerpos, y teje con ellos una urdimbre que es raíz y es hogar. Pertenencia tibia, siempre.
 
A lo largo de los años su obra ha construido una suerte de cartografía de las mujeres de nuestro país. O mejor dicho: del cuerpo de las mujeres. Oaxaqueña de origen y amante de esa tierra a la que regresa una y otra vez, sus imágenes parecen querer descifrar las huellas de la vida sobre la piel de las protagonistas. Pienso en algunos de sus proyectos como “Raíces” o “La siembra del agua” en que los lazos entre lo femenino, la creación y la naturaleza se funden dando lugar a una unidad inseparable.